Los avances de la industria neurotecnológica
En una verdadera competencia por la conquista del cerebro humano, diversas empresas transnacionales se esmeran por desarrollar tecnologías de lectura de datos mentales, entre las que se cuentan los gigantes tecnológicos. ¿Qué tan factible de materializarse son estos proyectos?
Por Luis Ramírez & Moisés Sánchez. 18 de Julio 2021
Cuando la ex vicepresidenta del equipo Building 8 de Facebook, Regina Dugan, presentó la última idea de la compañía al público en la conferencia F8, realizada en abril del 2017, aún no distaba de ser tan solo eso, una idea: la de permitir a los consumidores escribir directamente desde su cerebro.
El objetivo de esta nueva tecnología sería tomar los pensamientos conscientes de los consumidores y mostrarlos directamente en una pantalla, como la de un smartphone, sin tener que narrarlos a Siri.
Para hacerlo, los consumidores tendrían acceso a un dispositivo no implantado que se conectase a su teléfono.
Un “mouse” cerebral
“¿Cómo saco toda la información de mi cerebro hacia el mundo? ¿Qué ocurriría si pudiéramos escribir directamente desde nuestros cerebros?”
Para responder estas interrogantes, en aquella conferencia Dugan ilustraba esta posibilidad con la imagen de un “brain mouse” (“ratón cerebral”) que podría enviar mensajes de texto a un amigo sin usar el teléfono, o correos electrónicos “sin ausentarnos de la fiesta” y contando con la velocidad y flexibilidad de voz, pero con la privacidad del texto escrito.
En palabras sencillas, instó a la audiencia a imaginar una especie de mecanografía o “tipeo” de mensajes sin usar las manos.
Tres años después, la posibilidad de materializar esta idea se planteaba cada vez más real.
El 30 de marzo de 2020, Facebook anunció que un grupo de investigadores que patrocinan en la Universidad de California (UCSF) había desarrollado con éxito un algoritmo de conversión de mensajes de texto que puede decodificar datos del cerebro con tasas de error mínimas.
Sin embargo, poco más de un año después, el escenario ha comenzado a cambiar.
¿Facebook se retira de la carrera?
En aquella presentación de 2017, Dugan había especificado que el sistema de decodificación del cerebro que estaban desarrollando se centraría exclusivamente en la transcripción de palabras intencionales y no en pensamientos al azar.
La apuesta consistía en que este software controlado por la mente sería tan innovador como lo fue en su momento el mouse para la computadora, la interfaz gráfica de usuario o la pantalla deslizante.
Sin embargo, a cuatro años de este anuncio, Facebook ha decidido archivar el proyecto, argumentando que la lectura del cerebro por parte de los consumidores aún está muy lejos de concretarse.
En una entrada de su blog, Facebook señaló recientemente que abandona esta investigación y que en su lugar se centrará en un controlador experimental de realidad virtual para la muñeca, el que podría leer las señales musculares del brazo.
En esta declaración, la compañía afirmó que ”aunque seguimos creyendo en el potencial a largo plazo de las tecnologías ópticas (de interfaz cerebro-computador] montadas en la cabeza, hemos decidido centrar nuestros esfuerzos inmediatos en un enfoque de interfaz neuronal diferente que tiene un camino más cercano al mercado”.
¿En qué posición deja esta declaración al resto de las empresas que se encuentran actualmente desarrollando interfaces de cerebro-computadora?
Avatares digitales
El desarrollo de estas tecnologías, denominadas interfaz cerebro-computadora, ICC (BCI por sus iniciales en inglés, Brain Computer Interface) está siendo llevado a cabo por todas las compañías dominadoras del campo de la tecnología ligadas al desarrollo de internet en las últimas décadas.
Actualmente, Microsoft y Neuralink también se encuentran en fases avanzadas en sus proyectos de experimentación de tecnologías de ICC.
Una de ellas fue dada a conocer por el creador de Microsoft Internet Explorer, Thomas Reardon: “Digital Avatar” de CTRL-Labs, consistente en un brazalete que se conecta mediante un cable a una computadora con un avatar digital.
Debido a que el interior del brazalete está forrado con chips que pueden detectar las neuronas eléctricas del cuerpo, cuando una persona que usa el brazalete mueve su brazo, los impulsos eléctricos viajan por el cable y se traducen en la computadora.
Como resultado, el avatar digital en la pantalla puede reflejar el movimiento de la persona que usa el brazalete.
CTRL-labs tiene como objetivo continuar desarrollando esta tecnología para que el brazalete no solo detecte la actividad neuronal que produce el movimiento, sino que el brazalete consiga detectar e interpretar cuando una persona simplemente está pensando en un movimiento específico.
El avatar en la pantalla se movería de acuerdo con los pensamientos de la persona de una manera específica deseada, a pesar de que la persona en realidad no se movería.
En 2019, Facebook adquirió CTRL-Labs, proporcionándoles entre $500 millones y $1 mil millones de dólares para continuar desarrollando el avatar digital, según personas familiarizadas con el acuerdo.
Los links neuronales de Elon Musk
Neuralink, de Elon Musk, es una empresa centrada en la creación de ICC con el objetivo de mejorar la mente de los seres humanos con inteligencia artificial (IA).
La compañía ya ha desarrollado un robot neuroquirúrgico que puede insertar electrodos en el cerebro con extrema precisión y sin dañar la vasculatura.
Además, Neuralink ha creado un chip implantable de 4×5 mm. con electrodos que tiene como objetivo «leer» y «escribir» datos cerebrales. En otras palabras, el chip teóricamente podría recopilar y decodificar datos cerebrales y al mismo tiempo estimular el cerebro de formas específicas para controlar el comportamiento.
En febrero de 2020, Musk declaró que Neuralink planea probar pronto su tecnología implantando cuatro de sus chips en un humano.
A fines de agosto de 2020, Elon Musk presentó un implante funcionando en el cerebro de un cerdo, lo que concitó la atención científica global por la velocidad de este avance, y en el mes de abril de este año publicó un video que muestra a un macaco con un chip implantado controlando un videojuego con su información mental.
Otros proyectos de ICC
La empresa Iota ha desarrollado el «polvo neural«, una tecnología consistente en chips inalámbricos microscópicos implantables del tamaño de un grano de arena, que recopilan datos de áreas específicas del sistema nervioso periférico.
Estos diminutos dispositivos podrían implantarse en el cuerpo con un procedimiento mínimamente invasivo, recopilando una gran cantidad de datos sobre el sistema nervioso de las personas las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Si bien el innovador «polvo neuronal» de Iota podría brindar a los científicos una visión increíble sobre el sistema nervioso humano (lo que podría dar lugar a posibles soluciones terapéuticas para los trastornos neuromusculares, como la esclerosis múltiple), esta tecnología, particularmente cuando se aplica al sistema nervioso central, podría monitorear y manipular externamente la actividad del cerebro de las personas.
Kernel, una startup de neurociencia fundada y dirigida por Bryan Johnson, lanzó el 7 de mayo de 2020 una nueva tecnología llamada: “Neurociencia como servicio (NaaS)” para proporcionar capacidades de registro cerebral no invasivo bajo demanda para organizaciones de investigación científica.
NaaS consta de una plataforma y un auricular que pesa menos de 1.5 Kg y está cubierto en 48 módulos. El objetivo de Kernel es proporcionar un buen software que no necesite conectarse a equipos pesados en entornos de laboratorio. Esperan que los investigadores puedan realizar experimentos en entornos más naturales, aprendiendo así sobre el cerebro en condiciones de la vida real en lugar de controlar los entornos de laboratorio.
Liderada por su CEO Matt Angle, Paradromics está desarrollando un chip que se insertaría en la corteza y transmitirá datos bidireccionales.
En otras palabras, Paradromics tiene como objetivo decodificar los impulsos eléctricos de las neuronas e interrumpirlos, «leyendo» y «escribiendo» datos cerebrales.
El futuro de la industria
Estos desarrollos de tecnologías de lectura de datos mentales continúan en desarrollo, a pesar de la reciente renuncia de Facebook. Aunque ya han habido pronunciamientos de estas compañías en los que han señalado que seguirán con sus investigaciones, el escenario pareciera haber cambiado drásticamente.
La carrera por la conquista del cerebro continúa, pero ahora acompañada por signos de interrogación.